Por: Mario Sotelo -
Estados Unidos encendió las alarmas diplomáticas y decidió intervenir directamente en la polémica que se vive en Costa Rica por el intento de levantar la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves. Según medios de comunicación nacionales e internacionales, fué el Congreso de los Estados Unidos el que citó a la embajadora de Costa Rica en Washington, Catalina Crespo Sancho, luego de que un grupo de congresistas —encabezado por el influyente representante Mario Díaz-Balart— solicitara explicaciones urgentes sobre la situación que atraviesa el mandatario costarricense.Díaz-Balart, habría manifestado que “Costa Rica es un socio democrático fundamental para Estados Unidos, y cualquier acción que pueda interpretarse como persecución política amerita una revisión inmediata y profunda”. El congresista también habría subrayado que “los procesos institucionales no deben ser utilizados para desestabilizar a un presidente electo ni para alterar el orden democrático”. La citación a la embajadora Crespo Sancho refleja la creciente preocupación en Washington por lo que consideran una escalada política inusual en Costa Rica, especialmente por la solicitud del Tribunal Supremo de Elecciones a la Asamblea Legislativa para retirar el fuero presidencial.
Dentro del Congreso estadounidense, varios legisladores recordaron que Estados Unidos es el principal socio comercial de Costa Rica, con inversiones millonarias y una cooperación activa en áreas claves como seguridad, tecnología y comercio.
En ese contexto, la estabilidad política costarricense es vista como un elemento esencial para proteger la relación estratégica y garantizar la continuidad de esos proyectos.
Por esa razón, la tensión generada en torno al levantamiento de la inmunidad presidencial encendió alertas adicionales en Washington, donde algunos sectores consideran que el ambiente político podría derivar en una crisis institucional de consecuencias regionales.
El mensaje desde Washington fue claro: Estados Unidos está monitoreando la situación muy de cerca, y no descartará nuevas acciones diplomáticas si considera que la estabilidad democrática de Costa Rica está en riesgo.
